Sedimentología

La Sedimentología se define como el estudio del transporte y depósito de sedimentos (Leeder, 1999). La sedimentología tiene especial interés en las propiedades físicas (textura, estructuras sedimentarias, composición mineralógica), químicas (condiciones del ambiente ej. óxido-reducción) y biológicas (partículas orgánicas) de los sedimentos. Para ello, se apoya en disciplinas tales como: estratigrafía, mineralogía, geoquímica, oceanografía, micropaleontología, mecánica de fluidos, geoestadística, entre otras.

El papel de la sedimentología como ciencia es el de poder interpretar la historia de los depósitos sedimentarios (Lewis, 1994). Su esfera de acción es amplia y está vinculada tanto al estudio de los procesos que dan origen, transportan, depositan y modifican a los sedimentos, como al de las relaciones espacio-temporales de los ambientes de depósito y sus recursos. Llámese sedimento a un depósito de materia sólida en la superficie terrestre transportado por cualquier agente natural (aire, agua, gravedad) en condiciones normales de la superficie terrestre (Krumbein y Sloss, 1969) y cuyo origen depende, en gran medida, de las condiciones físicas y químicas presentes en la transición suelo-atmósfera y suelo-agua.

El estudio de la composición mineralógica de los sedimentos terrígenos, la composición biogénica de los sedimentos calcáreos, de sus texturas o tamaños, así como el análisis estadístico de sus diversos componentes, se lleva a cabo actualmente a través de diferentes técnicas granulométricas, petrográficas y geoquímicas, utilizando diversos métodos estadísticos como los de tendencia central, hasta el de componentes principales, entre otros. Estos estudios de las propiedades de los sedimentos son la base más importante para el conocimiento de la procedencia, transporte y depósito de los mismos; toda vez que, permiten reconocer la naturaleza geológica de los ambientes sedimentarios y su relación con la hidrodinámica y biológica de estos ambientes.