La Sesión del Consejo Académico 522 fue considerada solemne porque, justo hace 50 años, el lunes 30 de septiembre de 1974, abrió sus puertas la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa. Esta sesión del Consejo Académico fue el espacio con el que dio inicio la jornada de conmemoración por el 50 aniversario de la Casa abierta al tiempo.
La rectora de Unidad, doctora Verónica Medina Bañuelos, explicó la razón por la que se consideró solemne: fue propuesta así y de manera unánime, ratificada por los miembros del Consejo. La rectora dio la bienvenida a todos los asistentes, entre ellos al rector general, a la secretaria general Norma Rondero López; los directores de división; los rectores de las Unidades hermanas; la secretaria de la Unidad Lerma; así como a los exrectores generales y de Unidad, los doctores Juan Casillas García de León, Sergio Reyes Luján, Gustavo Adolfo Chapela Castañares, Luis Mier y Terán, José Luis Gázquez Mateos, Rodrigo Díaz Cruz, Paloma Ibáñez y Octavio Nateras Domínguez, además de personal académico y administrativo.
Siguiendo el protocolo de la sesión, celebrada en el patio del edificio F, el doctor Javier Lagunas, secretario de Unidad, presentó los informes previos y pasó la lista de asistencia. Entre los acuerdos, mencionó que el consejo divisional de CSH, en su sesión 743, designó a la doctora Martha Ortega Soto como jefa del Departamento de Filosofía para el periodo 2024-2028; mientras que el consejo divisional de CBS, en su sesión 120.24, designó a la doctora María de Lourdes Pérez Chavela, jefa del Departamento de Biotecnología.
Al tomar la palabra, el rector general, doctor José Antonio de los Reyes Heredia, destacó que hace 50 años la misión de llevar educación de calidad a las juventudes de la periferia de la Ciudad de México inició justo aquí en la Unidad Iztapalapa. “Sí, en la periferia de la ciudad”, recalcó, “pero en la frontera del conocimiento con una idea de universidad pública que ha trascendido con el tiempo y es ejemplo de consolidación para otras instituciones”.
La UAM se fundamentó como una propuesta de innovación educativa, bajo un modelo departamental original, interdisciplinario, desplegado en divisiones académicas para entrelazar las labores de docencia e investigación, y en ciclos trimestrales con sistema de créditos y con la figura de profesor/a investigador/a de tiempo completo y una oferta revolucionaria de licenciaturas e ingenierías.
Nacimos bajo el principio de desconcentración funcional y administrativa, acompañada de una identidad propia en cada unidad, pero con la necesidad de armonizar y dar coherencia con la pertenencia a la UAM.
El rector general recalcó que la función primordial de nuestra institución es formar personas, ciudadanas y ciudadanos que requieren no sólo de conocimientos específicos o habilidades técnicas, sino de habilidades adaptativas: pensamiento crítico, creatividad, resiliencia y la capacidad de aprender a lo largo de la vida, para enfrentar, de manera ética y constructiva, la incertidumbre y los cambios constantes de la sociedad actual.
Nuestras políticas institucionales atienden y desarrollan esto, pero también establecen la porosidad social de la universidad, la eficiencia y transparencia administrativas, la perspectiva de género y el respeto a las diversidades, así como la responsabilidad con el medio ambiente y el compromiso con una cultura de paz. Hagamos votos por un futuro prometedor y acorde con nuestra historia, concluyó.
UAM-I COMPROMETIDA CON EL FUTURO
En su intervención, la rectora de Unidad, doctora Verónica Medina Bañuelos, apuntó que desde sus inicios la UAM ha sido una institución no convencional, creada para la formación de la juventud mexicana, la generación del conocimiento científico y humanístico, así como coadyuvante de la expresión artística y cultural del país. El proyecto aspiraba a ser un factor de transformación profunda en las localidades donde se establecieron las tres Unidades fundadoras: Iztapalapa, Azcapotzalco y Xochimilco, en zonas periféricas de la ciudad que, a través de la actividad universitaria, crecerían y se integrarían de manera más equitativa al desarrollo metropolitano.
En la Unidad Iztapalapa se ha privilegiado el desarrollo de la investigación que sustenta una actividad docente de alta calidad académica en sus tres divisiones: Ciencias Básicas e Ingeniería (CBI), Ciencias Biológicas y de la Salud (CBS) y Ciencias Sociales y Humanidades (CSH).
A manera de diagnóstico y proyección hacia el futuro, la doctora Medina Bañuelos detalló que, en estos primeros 50 años de vida institucional, han egresado más de 49 mil personas; cuenta con un gran número de investigadoras e investigadores miembros del SNII. Quince licenciaturas se ofrecían en 1974, muchas de ellas en áreas científicas, hoy la oferta educativa consta de 27 planes de estudio. A nivel de posgrado, existen 43 planes de especialización, maestría y doctorado en las tres divisiones, lo que representa más del 15% del total de egresadas y egresados de la Unidad.
A 50 años, la UAM-I se encuentra frente a un momento particular, requiere infraestructura tecnológica avanzada y acervos bibliográficos especializados, cuenta con un patrimonio invaluable al que se suma un importante acervo artístico. Mantener este patrimonio en un contexto de recursos limitados es un reto considerable.
Asimismo, la infraestructura física de la Unidad se ha visto comprometida, tanto con el sismo del 2017 como por el desgaste del tiempo en sus edificios. Por eso, nuestro campus se encuentra en renovación y en el futuro cercano ofrecerá una nueva imagen. Se ha trabajado arduamente en el Modelo Académico de Construcción Colaborativa del Aprendizaje (MACCA), aprobado en enero de 2022 en Consejo Académico, que busca construir aprendizaje con todos los sectores de la Universidad.
Para conmemorar a nuestra Universidad, desde 2023 se programaron varios espacios de acercamiento y colaboración entre los miembros de la comunidad, promoviendo el sentido de pertenencia y colaboración en las tres divisiones, mediante congresos, simposios, encuentros académicos y ceremonias de reconocimiento. Desde la rectoría de Unidad y las Divisiones, se llevaron a cabo foros académicos sobre salud y bienestar; equidad e inclusión y cambio climático, espacios que demostraron la importancia de construir puentes entre las distintas áreas del conocimiento, permitiendo el diálogo constructivo y la generación de proyectos importantes. Este año continuamos con esta iniciativa, ahora entre las diversas Unidades de la UAM.
Otro programa destacado fue el de “Panteras de regreso a casa”, a través de desayunos sabatinos se convocó a los egresados de distintas generaciones. Se reunieron cerca de 3 000 personas egresadas de la UAM-I, quienes mostraron calidez, agradecimiento y disposición para colaborar con su alma mater, esto motiva a reforzar la interacción con esta comunidad uamera, que ya se extiende a nivel nacional e internacional.
Antes de concluir con la Sesión de Consejo, la rectora enfatizó que sin la vitalidad de los órganos colegiados no se habría logrado la aprobación, en los primeros 10 años, de la legislación universitaria, los planes y programas de estudio de licenciaturas y posgrados, así como diversas líneas de investigación fundamentales para nuestra consolidación. Los retos futuros exigen de nuestra comunidad mucha imaginación, creatividad y voluntad, por ello se debe fortalecer nuestra vida colegiada en todos los espacios y niveles para que sea propositiva. Este ejercicio democrático nos permite crear consensos y diseñar políticas de manera plural, son espacios que reafirman nuestra identidad y sentido de pertenencia a esta gran institución.