RELATOS DE VIAJE. 50 AÑOS DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA, UNIDAD IZTAPALAPA

Fotografía de Jesús Guillermo Hernández Ortiz

El doctor Néstor García Canclini y la doctora María del Rosario Enríquez Rosado presentaron el libro Relatos de viaje. 50 años de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, una obra que compila 58 testimonios de los diferentes sectores que conforman la comunidad universitaria, incluso vecinos de la UAM-I. La obra fue coordinada por el doctor Luis Montaño Hirose.

Relatos de Viaje… es una recopilación de historias de rectores, académicos, alumnos, personal administrativo y vecinos de la UAM-I. El texto destaca la trayectoria de la UAM, los actos que han beneficiado a la institución, pero también los eventos que han afectado, transformado y hasta trastornado, la vida académica; tal es el caso del sismo de 2017, que provocó la demolición del edificio S, y la huelga de 90 días en el año 2019, entre otros. “En el libro, los relatos no cuentan estos acontecimientos para justificar lo que no se pudo hacer, sino para hacerse cargo de los conflictos al reacomodarse en los edificios sanos…”, subrayó García Canclini.

La pandemia obligó a la comunidad académica y estudiantil a aprender más sobre el uso de las nuevas tecnologías, otros modos de convivencia y nuevas formas de atender las desigualdades y las inclusiones, destacó el filósofo las palabras del exrector de la UAM-I, Rodrigo Díaz Cruz.

De Fernando del Río Haza, refirió la relación de la UAM-I con su entorno: “La gran mayoría de nuestros estudiantes son originarios de esta área o de comunidades cercanas como Nezahualcóyotl, Ixtapaluca o Chalco, entre otras”, y se cuestionó si esas comunidades no deberían estar orgullosas de la UAM.

También recordó en esos relatos a Patricia Dolores Dávila Aranda, egresada de esta casa de estudios y actual secretaria general de la UNAM, quien recordó que cuando era estudiante, el entorno eran: granjas, terrenos de alfalfa y animales que rodeaban las primeras instalaciones de la Unidad.

Otros aspectos que le parecieron interesantes al profesor distinguido por la UAM son los relatos que describen la composición multicultural de su comunidad y la incorporación de jóvenes de colonias céntricas de distintas clases sociales. Juan Villoro, por ejemplo, comentó que venía de la colonia Del Valle para estudiar Sociología. Hace 40 años, tanto alumnos como profesores eran aprendices, pero había también una parte importante de académicos migrantes perseguidos por dictaduras latinoamericanas. Por lo que no es casual que el Plan y Programa de Estudio de Sociología estuviera impregnado de marxismo y sus distintas variantes: “…estos profesores de izquierda, que habían purgado cárcel y padecían el exilio, buscaban en México una nueva oportunidad para validar lo que pensaban”, citó García Canclini a Villoro.

En algunos testimonios también se narran cómo la UAM-I se convirtió en el Centro Nacional de Vacunación, lo que permitió que muchos adultos mayores pisaran por primera vez una universidad. Además, se narran las historias de vecinos que crearon estrategias de supervivencia, pasando de actividades rurales a convertirse en pequeños empresarios, abriendo restaurantes y otros servicios que, hasta la fecha, cubren las necesidades de la comunidad universitaria.

“El balance con muchas voces que ofrece este libro incita a felicitar a la UAM Iztapalapa por sus 50 años, estos primeros 50 años, y nos estimula a imaginar que seguirán viniendo los jóvenes a las universidades, la formación de ciudadanos críticos y creativos no es una tarea fácil, pero ayuda […] si remiramos la universidad desde la cultura de las y los jóvenes”, agregó el filósofo de origen argentino.

Por su parte, la doctora María del Rosario Enríquez Rosado, vicerrectora académica de la Universidad del Mar en Oaxaca y egresada de la UAM-I, señaló que hace 34 años pisó por primera vez esta Unidad Académica como estudiante. Es originaria del estado de Oaxaca, cursó la licenciatura y la maestría en Ingeniería Química en la UAM-I y el doctorado en Ciencias en la École Centrale de Lyon.

Su paso por la UAM reafirmó su solidaridad y compromiso social. Participó en movimientos sociales, como el de estudiantes organizados de la UAM, en contra del aumento de cuotas por servicios; apoyó a los trabajadores en una huelga en 1994; ese mismo año, le tocó fijar su posición junto a un grupo de profesores, como Manuel Fernández, Uriel Aréchiga, Gretchen Lapidus, Felipe López y Leopoldo García Colín, sobre el movimiento zapatista, la tragedia de Acteal y los desplazamientos en los Altos de Chiapas.

Desde hace 24 años, colabora en la Universidad del Mar en Oaxaca como profesor-investigador, actualmente ocupa el cargo de vicerrectora de la institución, en dónde, enfatiza, ha puesto en práctica las enseñanzas que obtuvo en la UAM-I. Cuando la invitaron a abordar este viaje, no sabía el destino. Ahora sabe que el fin de esta travesía es Relatos de viaje, un libro que cuenta historias personales, académicas y de investigación de grandes personalidades de la vida universitaria, subrayó.

POR ROSA IDALIA DÍAZ CASTRO

Es socióloga por la UAM, unidad Iztapalapa. Su formación en el área de la comunicación ha sido a través de diplomados, talleres y seminarios en los campos de la política, la divulgación de la ciencia y el periodismo de investigación. Realizó trabajo comunitario en la zona centro sur de México. Dio talleres sobre los derechos de las niñas y los niños como integrante de una Asociación Civil. Ha impartido clases en el nivel medio superior, y trabajó como Promotora Cultural en la UAM-I. Reportera en el boletín Cemanáhuac desde hace seis años.

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