DOCTOR FEDERICO LAZARÍN MIRANDA: LOS ARCHIVOS EN LA UAM

Fotografía de Jesús Guillermo Hernández Ortiz

A 50 años de su creación, reconstruir la historia de la Universidad Autónoma Metropolitana ha sido muy complejo, debido a que no existe una cultura de creación y cuidado de archivos. Por tanto, es urgente comenzar a reconstruir y reflexionar sobre la necesidad de preservar la historia de la Universidad.

Así lo señaló el doctor en Historia, Federico Lazarín Miranda, al hablar de la importancia de la creación y preservación de los archivos en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII) y especialista del área de Historia del Estado y la Sociedad, consideró que, a 50 años de su inauguración, la situación de los archivos es muy mala, por la carencia de una cultura de archivos y porque, a lo largo de la historia, se ha destruido la documentación que da cuenta del devenir de la institución.

Se debe tener consciencia de que, al ser una universidad pública federal, la información que se produce no es de nosotros; es decir, los documentos que se generan no son particulares, sino que pertenecen a la institución, incluidos los trabajos de investigación y, al ser de la Universidad, son patrimonio cultural de la nación y no se pueden destruir.

Explicó que en 2018 entró en vigor la Ley General de Archivos y como ley general aplica para todo el país y a todos los niveles de gobierno, en instituciones federales, estatales, municipales, públicas y privadas. Incluye a los sujetos obligados de todas las oficinas gubernamentales y los entes autónomos que reciban fondos públicos, como es el caso de esta Universidad. Hace tres años el rector general, de los Reyes Heredia, envió un acuerdo que indica que la UAM se sujeta a esta ley y, para tal efecto, se creó el Grupo Interinstitucional de Archivos, que debe estar al tanto de la creación de archivos en la Universidad.

En archivos se define un documento histórico como aquello que tenga contenido evidencial, testimonial o simplemente informativo y no importa el soporte material en el que esté. La idea es crear todo un sistema que comience con el archivo de trámite en oficinas, para luego pasar al archivo de concentración en cada unidad. Así debe ser en cada área administrativa, como la rectoría general y todas las casas de cultura, para posteriormente pasar al archivo histórico, que está en rectoría general.

Lo más lamentable de la ausencia de archivos es que no hemos sido capaces de reconstruir nuestra propia historia porque no contamos con la documentación para hacerla y estamos en abierta desventaja frente a instituciones como la UNAM y el IPN que cuentan con archivos y hacen sus historias institucionales.

En la Secretaría de Marina está la dirección del patrimonio documental, los marinos valoran su documentación y hay todo un programa de rescate, además, el archivo es abierto al público para su consulta. El manual de caducidades y transferencias permite identificar el tiempo de uso de un documento y cuándo es necesario transferirlo al archivo histórico. En el caso de la UAM pocos saben que existe un archivo histórico mucho menos se sabe si está abierto al público para su consulta.

Cabe mencionar, dijo, que una función del archivo histórico no sólo es guardar los documentos viejos, sino difundir esos documentos. Me pregunto dónde está el acta número 1 del Colegio Académico, de los Consejos Divisionales; las actas de consejo divisionales evidencian la vida y construcción de las divisiones académicas en la UAM.

Cuesta trabajo reconstruir nuestra historia y esto repercute directamente en la falta de identidad. Nos sentimos mexicanos porque tenemos una historia común de cómo se construyó esta nación. Aquí ni maestros ni alumnos se sienten de la UAM porque se desconoce su historia. Por ahí está un libro de los 25 años de la UAM y otro de los 30 años, es de recuerdos porque no hay otra forma de reconstruir la historia porque no está su documentación.

URGENTE RECONSTRUCCIÓN HISTÓRICA

Miembro fundador de la Sociedad Mexicana de Historia de la Educación y de la Asociación de Historiadores de las Ciencias y Humanidades, así como coordinador del Archivo Histórico Científico Manuel Sandoval Vallarta de la UAM, el doctor Federico Lazarín comentó: “Ingresé en 1974 a realizar mi licenciatura y en 1988 me dieron medio tiempo, luego obtuve una extensión de jornada y en este año cumplo 40 años como profesor, por ello siento la necesidad de fomentar la creación del archivo en esta Universidad pues el archivo nos habla no sólo de la historia de la UAM, sino de la historia de la ciencia en México”.

Desde 1996 se presentó un proyecto a la UAM porque los archivos no sólo son legales, sino responsabilidad social y moral que tiene la Universidad y estamos obligados a decir lo que hacemos a la sociedad y lo decimos a partir de un archivo histórico abierto a ella.

Con el grupo interdisciplinario de archivos, varios profesores, entre ellos la profesora Martha Ortega y yo, empezamos a rescatar documentos, tenemos alrededor de 50 cajas, pero no se ha oficializado, trabajan casi de forma clandestina con alumnos de servicio social de historia y lo hacen con mucho gusto porque sienten que están haciendo algo por su Universidad. Hay material interesante, informes que datan de 1974 porque estamos levantando la historia del suelo, como era el lema del Archivo General de la Nación.

En cuanto a la digitalización, estableció que hay cosas que es importante digitalizar, pues como material de consulta es muy práctico para que el documento original no se siga deteriorando; es decir, lo que ya está en papel se puede digitalizar, pero no se debe destruir y hay que trabajar mucho en la gestión de archivos electrónicos. Es común que en la UAM se cambian equipos de cómputo con todo y los archivos que se generaron, incluidos informes de investigación ante CONAHCYT, todo esto nos habla no sólo de la historia de la UAM, sino de la historia de la ciencia en diversas áreas del conocimiento, y también del devenir de la sociedad.

La gente no nos ve, las autoridades se quejan de que bajó el número de aspirantes y esto sucede porque no nos conocen, no tenemos una historia que presumir. En tal caso, afirmó, nuestros documentos son vivos, es la propia gente que continúa en la UAM y que cuenta sus historias de lo que han vivido aquí. Pero, cuestionó, qué va a pasar cuando ellos se vayan, debe haber un rescate desde lo documental hasta lo oral, entrevistarlos y hacer el archivo.

La Ley General de Archivo ya permite levantar actas administrativas, incluso penales, por la destrucción de archivos, porque se destruye patrimonio cultural de la nación. En el archivo de la Secretaría de Educación Pública (SEP) no nos permitían personalizar los trabajos, porque se tenía claro que era de la institución y tenían que ser parte del archivo. Aquí se pierde el sentido de que trabajamos para la Universidad y le debemos todo.

LOGROS Y AVANCES

Se trabajó en el Archivo Histórico Científico Manuel Sandoval Vallarta y se logró que fuera calificado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la Ciencia (UNESCO) como memoria México por la información que contiene y se le incorporó el fondo Vicente Lira que tiene materiales del siglo XVI, y estamos buscando que se califique como memoria mundo, porque son materiales inéditos, únicos.

En el periodo del rector Octavio Nateras se creó el archivo de concentración y con el doctor Rodrigo Díaz se le dio el estatus al archivo Sandoval Vallarta, se hizo un acuerdo para que el archivo dependa de la rectoría de Unidad, tiene una vida legal y queda abierto a que se incorporen más archivos científicos. 

Se rescató el archivo Carlos Graef, que fue el fundador de la División de CBI, primer jefe del departamento de Física y fue alumno de Sandoval Vallarta. Tenemos el fondo Héctor Aguilar Ortega, primer psiquiatra que trabajó en México la esquizofrenia, así como el fondo bibliográfico del escritor Martín Luis Guzmán; el Vicente Lira con documentos del siglo XVI, pero estos dos últimos no se sabe cómo llegaron aquí, pero es obligación de la UAM cuidarlos.

Para que se logre una cultura de archivo, hay que consolidar el acuerdo del rector general, la autoridad tiene que ayudarnos, hacer difusión en las unidades y que el grupo interdisciplinario tenga más presencia para que el trabajo permee a todas las Unidades y en todas las áreas. Incluso proponemos capacitar al personal operativo sobre la elaboración de archivo, cómo debe funcionar el sistema, en tanto a los académicos se les dan talleres para cuidar su producción porque tiene que ver con la historia de la ciencia e historia social del entorno, hay historia regional de Iztapalapa porque la UAM ha tenido colaboración con las empresas cercanas y porque su presencia ha impactado económicamente de manera local.

Si no actuamos ya, vamos a ser una Universidad sin historia ni identidad, concluyó.

POR ANA ALEJANDRA VILLAGÓMEZ VALLEJO

Ana Alejandra Villagómez Vallejo, reportera desde hace 25 años en varias unidades de la UAM. Estudió el doctorado en Educación; la maestría en Desarrollo Rural; las licenciaturas en Ciencias de la Comunicación, y en Violoncello. Ha realizado investigaciones sobre educación y cultura, así como en medios de comunicación en zonas rurales y procesos de desarrollo comunitario. Directora de radio e investigadora para el Banco Mundial. Ha impartido clases en licenciatura y en educación media superior. Como intérprete al cello, ha realizado diversos cursos de especialización y participado en varias agrupaciones desde trío, cuarteto de cuerda, orquesta de cámara y orquesta sinfónica.

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