JOSÉ MARÍA MARTINELLI BENEDICTO
Por José María Martinelli Benedicto*
Cuando el mar bravo golpea las rocas, éstas resisten. Así la crisis civilizatoria. El Capital golpea, la gente resiste. Esto no es retórico, es la realidad en el capitalismo contemporáneo, sucede en la degradación medioambiental en la institucionalidad política, en una pobreza creciente a distintas latitudes. Sea en el “Occidente civilizado” o en las periferias pobres.
Pensar la crisis sólo en términos económicos es equívoco. La pobreza cultural corre paralela a la alimentaria, la ignorancia social abruma, el gran espectáculo no suple a las Bibliotecas. La expansión tecnológica es intrusiva en materia educativa; el estudiante encuentra respuestas sin pensarlo mucho. La contaminación industrial vuelve gris a la ciudad futura. Las estaciones climáticas agudizan sus manifestaciones, sea una sequía prolongada o lluvias torrenciales, temperaturas elevadas o fríos intensos.
Es falso que exista un capitalismo de bienestar. Existen regiones con hambre no sólo en África, también las hay en América Latina, igual que en Asia, aunque el sudeste asiático crece. No cabe rezar un rosario de lamentaciones, con optimismo moderado puede decirse “estamos mejor que hace 50 años”, pero no es válido para los últimos diez años del 2024. Las Guerras matan personas y destruyen bienes en Ucrania y en Gaza; en la Patria Palestina el Estado de Israel provoca un genocidio; es ético denunciarlo.
La llamada globalización es la expansión del Capital a nivel mundial. No todo es bonanza; en2007-2008 el sistema capitalista hace crisis. Las hipotecas sin respaldo minan las estructuras bancarias, quiebran las compañías aseguradoras. Cae la banca Lehman Brothers, insignia sistémica. La pandemia de coronavirus agudiza la crisis entre 2020 y 2022; sus aspectos a destacar: muerte, desempleo, cierre de empresas, se agudiza la inflación que a la fecha no se logra controlar. Los laboratorios farmacéuticos obtienen pingües ganancias con la venta de vacunas contra el virus.
El agotamiento del neoliberalismo no representa la extinción del capitalismo en su actual fasedecadente, tampoco de la “globalización” capitalista. Surgirán formas nuevas de organización política (sólo de nombre) que provocarán un reciclamiento aparente del Capital. Esto ya está ocurriendo desde la derecha y extrema derecha; casos de la primera ministra de Italia Georgia Meloni; Vox, en España, y Javier Milei, en Argentina, entre los recientes de la última década. Importante señalar antecedentes sobre el particular: el nazismo en Alemania, el fascismo en Italia y el franquismo en España; de conjunto, regímenes de larga duración, represivos y antidemocráticos.

Cabe recordar a Marx: “Ninguna formación económica social desaparece hasta que en su seno surja una fuerza social antagónica, superadora. Esta afirmación es central en dimensión analítica contemporánea, ¿qué sigue al capitalismo? En otras palabras: ¿Estamos en presencia del poscapitalismo? Dar respuesta a esta interrogante es fundamental, por lo que viene y lo que pueda suceder.
La “revolución tecnológica” lleva a pensar que aumentará la demanda de las familias vía de mayores ingresos. Esto ignora la especulación financiera, como si fuese una débil y pasiva estructura, dentro del capitalismo; siendo, en realidad, el propio capitalismo en su expresión más fuerte y, paralelamente, lo más atractivo para el consumo generalizado. A este respecto, véase el caso de los “derivados” en la crisis del 2007-2008, y la consiguiente estafa que se produjo al no cubrirse a los acreedores el capital ni los intereses, en su momento.
Avanzar el análisis demanda considerar la baja tendencial de la tasa de ganancia, lo que indica que el capital rinde menos, sin dejar de rendir. Ello obliga a pensar opciones por parte de los sectores populares. Debe quedar claro que una vía no capitalista carece de sostenibilidad político-social. Por ende, una vía de reformas permitiría una reunión de fuerzas que conlleve un potencial de cambio no sistémico. La factibilidad de lo planteado puede realizarse por medio de la cooperativización en distintos sectores de la economía. Precisar no significa una transformación estructural. A diferencia de la acumulación capitalista que privatiza las ganancias, es una socialización de las mismas entre los miembros de una cooperativa. Avance social.
En tiempo de guerra y turbulencias sociales, nazismo y misoginia, entre las principales, transitan rumbo a reformas sociales lo que representa un avance de calidad en la contradictoria dinámica social. Lo afirmado puede generar situaciones de estabilización sistémica, ciertamente. El progreso histórico-social no ofrece garantías, sí desafíos; encararlos es tomar un rumbo de esperanzas. No es una encrucijada; la dinámica histórica no cabe traducirla sólo en narrativas, procede encauzarla en tránsitos que conlleven aspiraciones de poder colectivo.
En tal sentido, nuestra Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, a 50 años y más, mediante sus tres divisiones: Ciencias Sociales y Humanidades, Ciencias Biológicas y de la Salud y Ciencias Básicas e Ingeniería realizan con sus trabajadores académicos y administrativos la formación de estudiantes al servicio de la nación; aporte de ciencia y humanismo por el bien de México.
La vida social, cual una marea, acaricia las rocas y arriba, a la orilla; la niña libre portará una rosa universal.
*Profesor Titular. Miembro del Área de Políticas Públicas, Economía, UAM-I. Estudia el Poder, su reproducción y opresión sociales en términos de Antonio Gramsci. Investiga la crisis en la educación y sus factibles soluciones.