Siempre habrá posibilidades, niveles y posiciones que van a promover la judicialización de las elecciones en México, advirtió el doctor Víctor Alarcón Olguín, profesor-investigador del Departamento de Sociología de la UAM-I.
En el caso de una elección presidencial, la judicialización podría darse bajo ciertos supuestos: primero, que la elección se cierre a una diferencia menor de 5%, lo que obligaría a un recuento amplio de casillas; bajo esta presunción, se presentaría la posibilidad de revisar los rebases de topes de gastos de campaña. Otra ruta puede ser, lo que ha venido indicando la oposición, la intervención directa y sistemática del actual presidente de México en el proceso electoral, que además, ha tenido un amplio número de reconvenciones y de quejas por parte de los partidos opositores.
El especialista en procesos políticos señaló que tanto el INE como el Tribunal Electoral se han obligado a hacer estos llamados de atención al presidente, dado que no hay una penalización puntual dentro de la Ley General de Delitos Electorales para proceder de otra manera, incluso, con la aplicación de algún tipo de multa que pudiera ser un disuasivo para esta intromisión, un elemento que es importante no omitir.
Un último supuesto para la judicialización de las elecciones, es el clima de violencia. En los últimos años se experimentaron conflictos electorales en algunos Consejos Distritales y Consejos Municipales, impidiendo los recuentos o evitando que la población pudiera salir a votar; también puede existir la intervención indebida de actores que en determinado momento puedan estar desviando el debido curso de la jornada electoral, “todas estas situaciones beben estar acreditadas por los observadores electorales”.
“Hasta ahora tenemos entendido que la coalición opositora logró acreditar el 96% de las casillas, habrá que esperar que toda la jornada transcurra sin ningún incidente grave como robo de urnas, coacción del voto o acarreo de personas”, subrayó.
Estructura electoral
Formalmente la estructura electoral ha operado en muchos casos y afortunadamente ha tenido un desempeño importante. “Es imposible pensar en una elección perfecta, no la hay, nunca ha habido y nunca la habrá, pero esperemos que el nivel de incidencias no sea relevante ni determinante, como lo marca la misma terminología electoral”, para no poner en riesgo la legitimidad del proceso como lo que se vivió en 1988 y en 2006.
Una contribución importante para que el proceso culmine de la mejor manera, es que los medios de comunicación mantengan cierta disciplina y no den albazos informativos; segundo, que el resultado que presente del conteo rápido sea responsable y a través de las personas designadas por el comité técnico. En caso de una situación estrecha, se hagan las previsiones necesarias para que se ilustre, y que las propias candidatas y candidato, también se mantengan dentro de este ámbito de responsabilidad. “Que no provoquen una mayor polarización, mayor encono que pudiera manifestarse en un conflicto poselectoral, que ya no solamente estaría judicializado, sino que lamentablemente se estaría expresando en manifestaciones en la calle”, precisó el politólogo.
Muy buena la entrevista al Dr. Víctor Alarcón Olguín. En efecto, no hay elecciones perfectas pero dejando una clara la indicación de lo que la mayoría quiere se resuelven las imperfecciones. Esperamos tener hoy una clara mayoría.