Lourdes Meraz Alfaro
Dentro del ciclo Mujeres Libres y Libros, organizado por la UAM-I como parte de la conmemoración del Día de la Mujer, la autora Lourdes Meraz Alfaro habló de su enfoque en la escritura autobiográfica, que se dio a partir de su llegada a Documentación y Estudios de Mujeres, AC (DEMAC): “Me ayudó a acercarme a la escritura como medio y no como resultado”.
Al tomar en cuenta su experiencia como dramaturga y escritora se dio cuenta de que ambas disciplinas son formas de representación personal que requieren desnudar el alma. De acuerdo con sus palabras: “La autobiografía es trasladar nuestra humanidad al texto, lo que hace esa intersección interesante”.
En la actualidad, existe una tendencia a romantizar el acto de la escritura, “como si fuera muy fácil, como si fuera el camino a la posteridad”, porque el verbo “publicar” se ha vuelto cotidiano en nuestra sociedad. En este contexto, la autobiografía se presenta como un espacio difícil de abordar porque en el camino de escribir sobre nosotras nos enfrentamos a momentos que duelen.
La desnudez implica reflexionar hasta dónde deseamos mostrarnos, si estamos dispuestas a correr el riesgo de presentarnos tal como somos. Este acto demanda honestidad, la disposición de encarar algo que es fundamental: la vulnerabilidad, “Ser honesta requiere de valentía”.
Meraz Alfaro destacó que siempre que se realizan los talleres de escritura en DEMAC, se respetan los objetivos de cada una de las participantes. Algunas lo utilizan como vía de escape, mientras que otras aspiran ser grandes escritoras. Lo importante es que ellas tengan claro hasta dónde pueden llegar.
Los obstáculos que surgen en la escritura autobiográfica son la censura y la falta de valor, lo que Lourdes Meraz Alfaro describe como “La libertad que me doy para contar de mí al mundo”. Una segunda etapa en este proceso es la lectura de los textos en voz alta, momento en el que se construye la empatía con el oyente, “Las reglas para escribir una autobiografía son la confianza y tener en mente que lo que se escribe está bien”.
Poniendo en práctica herramientas para la escritura, Lourdes Meraz realizó el taller “Para encender motores” en el salón 001 del edificio de Posgrado de la Unidad como parte del mismo programa conmemorativo. Con gran conocimiento de su profesión, la escritora dio la bienvenida a las asistentes al taller, quienes manifestaron cierto temor, como muchas lo sentimos, a la hoja en blanco. Con su plática entretenida y ligera, además de una breve presentación de cada una, creó un ambiente de confianza que preparó las condiciones óptimas para iniciar las dinámicas de escritura creativa que tenía preparadas.
Un ejercicio inicial con música abrió la puerta de la imaginación y permitió que la pluma fluyera sin pensar mucho las palabras, lo que resultó en textos coincidentes en temas de persecución, calles, ansiedad y recuerdo del tiempo vertiginoso que vivimos en la actualidad. Luego, pasamos a ejercicios de asociación de palabras y relacionamos colores con lugares, hasta llegar al momento más lúdico de la tarde: escribir profecías. Las mismas participantes se sorprendieron de la infinita capacidad que tiene la imaginación para crear futuros escenarios a partir de temas surgidos de los intereses de cada una, como el cambio climático, la escasez de agua, la falta de respeto, la violencia de género, las injustas condiciones laborales en la construcción o el genocidio en Palestina, entre otros.
Después, ¿quién pensaría en escribir a los sentidos y dejar que ellos se expresaran? Eso pasó en el taller. Para terminar, se entrecruzaron las experiencias de los sentidos: tocar mirando, escuchar colores y degustar olores, fue una experiencia que abrió la puerta de cada participante a la posibilidad de aprender con método y disciplina, pero también, simplemente con el gusto de escribir.