¡UNAMOS NUESTRAS VOCES Y MANOS!
La conmemoración del 25N Día internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer es un recordatorio de la urgencia por erradicar la violencia de género en todas sus manifestaciones; por ello, resulta fundamental asumirnos como parte activa en la construcción de un mundo en donde, independientemente de su género, las personas vivan libres de miedo y de violencia, apuntó la doctora Verónica Medina Bañuelos, rectora de la UAM-I, al inaugurar las Jornadas por el 25N, organizadas por la Comisión para el Programa Integral de Prevención y Atención a la Violencia de Género (PREAGÉN), que busca no sólo crear conciencia sobre la gravedad del problema, sino también fomentar el diálogo, la empatía y la solidaridad.
Como institución de educación superior sabemos que la educación es una herramienta poderosa para el cambio y a través de ella podemos desafiar estereotipos y promover valores de igualdad e inclusión en nuestra sociedad, señaló la rectora, quien, además, hizo un llamado a la acción y al compromiso colectivo para fomentar la cultura de paz y espacios libres de violencia, un llamado a “que nuestras voces y nuestras manos se unan para construir puentes de apoyo, de comprensión y resiliencia”. Asimismo, invitó a la comunidad UAM-I a participar en las actividades de las Jornadas por el 25N, espacio de conocimiento, reflexión y diálogo constructivo.
Fotografías: Octavio López Balderrama
El teatro y la música tuvieron un lugar especial en el programa, para refrendar que el arte es una extraordinaria fuente para visibilizar y para sensibilizar respecto a las violencias que enfrentamos, dijo la funcionaria, a la vez que conminó a seguir trabajando para construir un presente y un futuro donde la violencia contra la mujer sea una página del pasado, “refrendamos nuestro compromiso por una cultura de paz en todos los espacios de la universidad”, concluyó.
Así inició el arduo programa. La compañía teatral Snowapple, que estaba de gira por México, pre- sentó Cyborg cabaret, su más reciente espectáculo en el que se incluyó a las artistas mexicanas Las Mujeres del Viento Florido y a Malena Duarte. El espectáculo de danza, música y poesía propuso una reflexión acerca de los problemas sociales.
Inmediatamente después de la obra se inició el conversatorio Resistencia contra el olvido: Desaparición y feminicidios en México, que dio voz a las madres de desaparecidas representadas por María del Carmen Volante Velázquez, madre de Pamela Gallardo Volante, desaparecida el 5 de noviembre de 2017; Gabriela, hermana de Mariela Vanessa Díaz Valverde, desparecida el 27 de abril de 2018; y Lidia Florencio Guerrero, madre de Diana Vázquez Florencio, víctima de feminicidio en Chimalhuacán, Estado de México. Las mujeres dieron su testimonio frente a una conmovida audiencia e hicieron un llamado a crear conciencia de los riesgos que corren las mujeres en este país; además, conminaron a no ser indiferentes ante el dolor de quienes viven el infierno de la desaparición forzada de alguno de sus familiares.
El segundo día de la jornada se llevó a cabo la conferencia “mociba: Una exploración de la violencia digital contra las mujeres en México”, dictada por la maestra Leticia Fuentes Vera, quien explicó que mociba es un módulo experimental que forma parte de una encuesta mayor promovida por el inegi. Este instrumento ha demostrado que el ciberacoso de tipo sexual es un problema en ascenso que afecta a diferentes sectores de la población, particularmente a mujeres y niñas.
Las actividades continuaron con la conversa “Cuerpas subversivas: Rompiendo la violencia estética”, donde Alejandra Oyosa Romero y miembras de la Colectiva AmorrAs Cultura dijeron que el estigma de la gordura, se ha construido históricamente y circula en todos los espacios; frente a ello, las activistas anti gordofobia defienden el derecho a la felicidad, reivindican la alegría como forma de resistencia y sostienen el concepto cuerpa, porque éste significa que se vive en gozo propio, que la mujer no solo es un recipiente que da hijos y que después de ello debe ser bello para cumplir las exigencias del patriarcado; no, cuerpa es una autoconstrucción, un apropiarse de su ser, explicaron.
La cantautora, Ross, presentó su Concierto para encender luciérnagas en el pecho; en formato full band ejecutó canciones de su autoría de géneros blues, jazz y funk. Sus canciones exploran el erotismo e invitan a la reflexión acerca de la madurez femenina y de cómo se vive en el cuerpo y las emociones, a la vez que cuestiona dogmas del sistema patriarcal.
Los Seminarios de Química, del ciclo 23-0, a través de la doctora Rubicelia Vargas, coordinadora de la preagén, integraron a sus sesiones conferencias de género, como “Violencia digital y explotación” y “Violencia de género”, impartidos por Esperanza Hernández Guadarrama y Jonathan Josué Díaz Bustamante, de El Pozo de Vida A.C., organización no gubernamental que combate la trata de personas en México y Centroamérica, previene, interviene y atiende a niñas, niños, mujeres, familias y comunidades que han sufrido este delito.
La Coordinación de Servicios Integrados para el Bienestar (COSIB), en colaboración con las tutorías interdivisionales, se sumaron a las Jornadas 25N dedicando a las sesiones de tutorías cuatro conferencias para prevenir las violencias silenciosas en las relaciones: “El abuso verbal”; “El chantaje emocional”; “Los micromachismos cotidianos”; y “Cómo romper los ciclos de violencias silenciosas”. Así, las encargadas de otorgar las tutorías interdivisionales, ofrecieron a los alumnos temas de interés que abonan a su desarrollo académico y crecimiento integral.
La nutrida oferta de actividades de las Jornadas 25N fue coordinada por las doctoras Rubicelia Vargas, coordinadora de la preagén; Jatziri Gaitán, coordinadora de Desarrollo Académico e Institucional, y la licenciada Socorro Damián, abogada de la Unidad de Género, quienes mencionaron que no es posible erradicar la violencia de género sin la participación de cada uno de los miembros de la comunidad universitaria. La UAM, universidad activa y preocupada por el bienestar de la comunidad, procura, con este tipo de actividades, promover una cultura de paz y la defensa de los derechos humanos, no solamente entre los universitarios, sino extenderla también hacia la sociedad.
