EL CUERPO DESEADO, LA CONVERSACIÓN PENDIENTE ENTRE FEMINISMO Y ANTICAPACITISMO: ANDREA GARCÍA-SANTESMASES

Cuando empieza a entenderse la discapacidad como una categoría política, distanciada del ámbito médico-rehabilitador y unida a los derechos y la reivindicación, se generan movimientos políticos y de derechos civiles que plantean que el problema es más social que discapacitante; ésa es la génesis de términos como “anticapacitismo”, que va contra el sistema que perpetúa las diferencias que plantea naturales e indiscutibles entre lo que se denomina capacidad y discapacidad, que devalúa todo lo que tiene que ver con la discapacidad y que pone como lo neutro, lo definitorio de la especie humana lo que tiene que ver con la capacidad. El discapacitismo es la discriminación concreta asociada a ese sistema capacitista que es un paraguas más amplio que genera esta discriminación naturalizada y sistémica —explicó la investigadora Andrea García-Santesmases.

La doctora en Sociología por la Universidad de Barcelona subrayó que el anticapacitismo es una teoría, pero también un movimiento social, para entender qué cruces tiene con el feminismo, desarrolló la investigación doctoral Cuerpos (im)pertinentes: Un análisis queer-crip de las posibilidades de subversión desde la diversidad funcional. De ese texto académico surgió el libro de su autoría titulado El cuerpo deseado: La conversación pendiente entre feminismo y anticapacitismo, que presentó durante su participación en el ciclo permanente de conferencias del posgrado en Psicología Social, a cargo de la doctora Angélica Bautista López.

Explicó la especialista que el marco teórico que respalda su tesis se relaciona con estudios feministas de la discapacidad que se encuentra en el cruce entre estudios de género, estudios de discapacidad y las teorías queer-crip, ello le ayudó a responder las preguntas: ¿cómo se construye el género?, ¿cómo se vertebra?, ¿cómo se encarna la feminidad y la masculinidad?, entendiéndola como una dicotomía ineludible la una de la otra, y la capacidad y discapacidad en personas con diversidad funcional, y ¿qué posibilidades abre esto para la subversión y para la transversión anticapacitista?, esto en un contexto particular: segunda década del siglo XXI en España, donde coexisten diferentes modelos de comprensión de la discapacidad. El interés de la investigadora se centra en saber, ¿cuándo empezó a irrumpir la sexualidad como un cambio en el repertorio político?,¿en el activismo antidiscapacitista se volvió la sexualidad un elemento de producción epistémica de producción de conocimiento, un elemento de práctica política,una serie de elementos de enunciación y un elemento de construcción identitaria?

Los lemas “sí, nosotros follamos” y “alianza a la confianza” son elementos que vertebran un nuevo discurso político, donde la sexualidad, la erotización y la expresión corporal son absolutamente sustantivos. De ello surgen proyectos artísticos, performativos, para generar una comunidad política e impersonal para hacer proyectos y proponer un nuevo imaginario post pornográfico; se hicieron varios videos en ese sentido, un nuevo discurso de enunciación del deseo, textos académicos, activistas, encuentros festivos y esa idea de “alianza confianza”, de qué pasa cuando se encarna el cruce del feminismo, transfeminismo y el anticapacitismo. Para conocer todo ello, la académica realizó un estudio etnográfico, hizo análisis de redes sociales, producción audiovisual, estudios culturales y repercusión en medios de comunicación.

Las tres ideas generales de la tesis doctoral son: la importancia de la sexualidad; reivindicar la diferencia y empezar a enunciarse desde esa diferencia funcional; y la idea del Crip Pride, que puede traducirse como orgullo tullido; el término crip que se utiliza en analogía con el termino queer para desestabilizar los binarios habituales sano-enfermo, capaz-incapaz, hombre-mujer, joven-viejo.

La especialista señaló que el libro aborda cinco grandes temas: En el capítulo uno: “Las ruedas del patriarcado”, la autora utiliza esa metáfora para enfatizar cómo el capacitismo puede impulsar el patriarcado; sin embargo, los hombres y las mujeres con diversidad funcional piensan que el capacitismo puede detener el patriarcado. En segundo lugar, el libro trata el tema de la organización social de los cuidados, aquí hay afectos, deudas y alianza. García-Santesmases explicó que analiza desde una perspectiva feminista y anticapacitista cómo se han pensado tradicionalmente los cuidados y qué tensiones y potenciales alianzas acontecen, se explican las reflexiones feminista y anticapacitista tanto académica como activistamente en cada una de estas áreas para intentar hibridar ambos elementos. El tercer capítulo se centra en la violencia, con la idea de la herida y del silencio: “creo que algunas de las violencias se silencian o son silentes o están silentes, y en ese sentido una de las aportaciones del libro es pensar la violencia como una narrativa que tiene que ver con la legibilidad y la ilegibilidad de ciertas violencias”.

El cuarto capítulo está dedicado a la sexualidad. Se analiza cómo es la sexualidad en la diversidad funcional, qué aporta la perspectiva anticapacitista a la sexualidad normativa que, en ocasiones, reproduce un discurso casi médico, asistencialista, sobre cómo debe ser la sexualidad con diversidad funcional, qué recursos se les deben dar, qué apoyos se les pueden ofrecer, cómo se puede prevenir la violencia, cómo cumplir los derechos sexuales y reproductivos, todo eso es necesario, pero reproduce la lógica capacitista del déficit, del error, de la rehabilitación, del recurso para la normalización; la perspectiva feminista es imprescindible para pensar la reivindicación de la sexualidad en clave de género, porque, si no, en ocasiones se piensa que el derecho al sexo o a la reivindicación de la sexualidad es algo bueno o una reivindicación legítima perse, pero es algo enormemente problemático. Esta idea de que tenemos derecho al sexo esconde una enorme desigualdad en torno a la enunciación y reproduce expectativas y estereotipos de género en torno a quien se espera que satisfaga ese deseo y quien se espera que lo enuncie.

Por último, en el capítulo cinco, se discute la idea del orgullo tullido del Crip Pride, para observar si la diferencia es politizada o no, si es una identidad en disputa y cómo es ese potencial político de la categoría discapacidad, si es análoga a otras categorías políticas como el género, lo gay o la lucha descolonial, porque pareciera que ese tipo de categorías tienen que ir de la mano de un orgullo, ir de la mano de una enunciación política colectiva, pero qué pasa si no acontece ese orgullo, o qué pasa si te parece terrible la situación que vives —subrayó la académica.

POR EDILBERTA MANZANO JERÓNIMO

Edilberta Manzano Jerónimo es doctora en Teoría Literaria por la UAM-Iztapalapa. Difusora de la obra de Severino Salazar Muro. Fue coordinara editorial del número 44 de la revista Tema y Variaciones, dedicada a la obra del escritor zacatecano, y de los Nueve Cuentos Selectos de Severino Salazar, publicados en coedición entre la UAM Azcapotzalco y el Centro Zacatecano de Cultura Ramón López Velarde. Ha participado en diversos congresos nacionales e internacionales en los que se discute la literatura mexicana y ha publicado un par de artículos en revistas literarias. Es reportera en el boletín Cemanáhuac desde hace ocho años.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

NOTAS RELACIONADAS