EL LIBRO Y LA FLOR

No importa. Las rosas de san Jorge florecerán siempre. Lo que corremos riesgo de que se pierda es la memoria de Cervantes.

GUSTAVO GILI

El 23 de abril se celebra el Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor, una conmemoración que tiene como objetivo fomentar la lectura y la industria editorial. Es una fecha simbólica para la literatura universal debido a que un 23 de abril fallecieron Miguel de Cervantes Saavedra, William Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega. También porque nacieron escritores eminentes como Maurice Druon; Vladimir Nabokov y Josep Pla, entre otros.

La UAM-I festejó este día tan importante para la vida intelectual, rescatando la tradición que, desde 1923 en Valencia, impulsó el escritor, periodista y traductor Vicente Clavel: la venta de libros. Como la fecha coincidía con la festividad de Sant Jordi —patrón de los enamorados en Cataluña—, día en que las personas queridas se intercambian una rosa, se convirtió en tradición regalar un libro y una rosa.

Así, la unidad Iztapalapa, a través de la Oficina de Promoción y Distribución Editorial, a cargo del licenciado Mario Carrasco Hernández, quien calificó de excelente la participación de la comunidad universitaria, sobre todo la estudiantil, promovió la venta de libros y el obsequio de uno acompañado de una rosa: “Se regalaron alrededor de 1200 libros y se vendieron aproximadamente 750, todos editados por la UAM; es decir, de autores de esta casa de estudios”, apuntó.

Revisemos un poco el porqué de la tradición del “libro y la rosa” cada 23 de abril. Sant Jordi fue un cristiano mártir, asesinado y canonizado en el año 494. Según cuenta la leyenda, un dragón tenía atemorizados a los pobladores de una ciudad; para mantener cierta paz, la gente decidió alimentarlo con una persona al día. Cuando le tocó a la princesa saciar el hambre del dragón, apareció un caballero llamado Sant Jordi que la salvó. Con su espada atravesó a la bestia y cuando la sangre del dragón tocó la tierra, brotó de ella un rosal con hermosas rosas rojas. Sant Jordi cortó una de ellas y se la regaló a la princesa.

Con el tiempo, gracias a una conversación entre Vicente Clavel y Gustavo Gili, se sumó a la celebración de Sant Jordi el Día Mundial del Libro. Por esta razón, se festeja regalando un libro y una rosa en muchos eventos literarios de varias ciudades, sobre todo de España.

POR ROSA IDALIA DÍAZ CASTRO

Es socióloga por la UAM, unidad Iztapalapa. Su formación en el área de la comunicación ha sido a través de diplomados, talleres y seminarios en los campos de la política, la divulgación de la ciencia y el periodismo de investigación. Realizó trabajo comunitario en la zona centro sur de México. Dio talleres sobre los derechos de las niñas y los niños como integrante de una Asociación Civil. Ha impartido clases en el nivel medio superior, y trabajó como Promotora Cultural en la UAM-I. Reportera en el boletín Cemanáhuac desde hace seis años.

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