Con un programa nutrido de talentos emanados de la comunidad universitaria, así como de un amplio repertorio de música de compositores mexicanos, se presentó en el Teatro del Fuego Nuevo, el Coro de la UAM-I, dirigido por la maestra Angélica Ramírez Cruz.
En primer lugar, se presentó, al piano, el maestro Martín de la Rosa, quien hizo gala de su técnica pianística, adquirida en el Conservatorio Nacional de Música. Interpretó el Intermezzo de Manuel María Ponce, y la pieza Ojos de juventud, vals del músico nacido en Coahuila, Arturo Tolentino.
Posteriormente, debutó como solista, la alumna de cuarto semestre de Hidrobiología, Sarahí Maya García, con la canción Te quiero dijiste, de la reconocida compositora María Grever, cuyas obras se han traducido a diversos idiomas.
La directora del coro, la maestra Angélica Ramírez Cruz cantó Júrame de María Grever, y Soñó mi mente loca, del gran maestro Ponce, de quien dijo: “se le debe mucho por el gran rescate que hizo de la música tradicional mexicana, pues, entre otras cosas, visitaba los pueblos de México y recopilaba mucho material porque le gustaba conversar con la gente y transcribir la música que conocían sobre todo las personas mayores en cada región.”
En su participación, la egresada de Administración e integrante del coro, Dalia Salazar Blancas, soprano, comentó que gracias a la experiencia de cantar en el coro, después de concluir su carrera en la UAM, continuó con estudios musicales.
Las participaciones individuales cerraron con el tenor Armando Trápala Ramírez, quien, para estudiar un posgrado en Física, tendrá que cruzar el Atlántico. Esa participación fue la última con la agrupación. Su repertorio fue Amapola de José María Lacalle; Dime que sí, de Manuel Esparza Otero, y Granada de Agustín Lara.
Finalmente, el Coro, conformado por siete mujeres y siete hombres, a partir de sus diversos registros de voz: sopranos, contraltos, tenores y bajos, interpretaron el Ave María del reconocido arreglista, compositor, para esta agrupación musical, y maestro Ramón Noble Olivares; así como su bella canción Asómate a la ventana, inspirada en un poema de Octavio Paz.
Otras piezas interpretadas fueron Madrigal, de Romero Ventura, y cerraron con la Sandunga, reconocida pieza musical oaxaqueña de dominio popular.
