Sonia Pérez Toledo es doctora en Historia por El Colegio de México, licenciada y maestra en Historia por la UAM Iztapalapa. En 1991 se incorporó a la planta académica del Departamento de Filosofía, en la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAM, unidad Iztapalapa, en la licenciatura en Historia y posteriormente en el posgrado en Humanidades.
A casi 35 años de laborar en la UAM, la autora de Los hijos del trabajo. Los artesanos de la Ciudad de México 1780-1853, ha ocupado la jefatura del Área de Historia de Estado y la Sociedad y de Historia Regional y Comparada; fue encargada del Consejo Editorial del Departamento de Filosofía; coordinadora del posgrado en Humanidades, así como de la licenciatura en Historia; en diversas ocasiones ha sido representante en los órganos colegiados; así mismo, estuvo al frente de las Comisiones Dictaminadoras de Área. Antes de entrar en funciones como directora de la División de CSH, fue jefa del Departamento de Filosofía. En entrevista para este medio, la doctora nos platicó sobre su proyecto para fortalecer la vida académica de la División.
Su actividad como investigadora en el área de Historia la ha llevado a establecer vínculos con distintas instituciones de educación superior como: El Colegio de México (COLMEX); las Universidades Jaume I; de Texas, en Austin; de Columbia; de California, en Berkeley, y, las más importantes para ella, por los nexos con América Latina, las Universidades de Cartagena; de Montevideo; la Nacional Mayor de San Marcos. Esta última, en años recientes ha permitido formar un grupo de investigación al que se han incorporado alumnos de la UAM-I.
La doctora Pérez Toledo es miembro del SNII y de la Academia Mexicana de Ciencias; como especialista en Historia Social de México e Historia Urbana de los siglos XVIII y XIX, aborda el mundo laboral en la Ciudad de México, sus trabajadores, los artesanos urbanos, las mujeres trabajadoras y cómo se han desplazado a lo largo de la historia para encontrar mejores condiciones de vida.
“La mayoría de la población novohispana mexicana del periodo independiente y hasta la fecha, vivimos del trabajo, lo disfrutamos cuando nos va bien, pero también lo hacemos porque tenemos necesidades económicas que cubrir; en este sentido, puedo decir que la UAM me ha dado mucho, me permitió formarme, tener mejores condiciones para atender a mi familia y tener una mejor calidad de vida”.
OBJETIVOS DE TRABAJO EN LA DCSH
Mediante un diagnóstico general de la División de Ciencias Sociales y Humanidades, la doctora Sonia Pérez Toledo plateó una serie de metas a cumplir durante su gestión como directora, en el marco de las Políticas Generales de la UAM; las Políticas Operacionales de Docencia; el Modelo Académico de Construcción Colaborativa del Aprendizaje (MACCA); las Políticas Transversales para Erradicar la Violencia por Razones de Género; así como, las Políticas Transversales de Inclusión, Equidad, Accesibilidad y no Discriminación.
POLÍTICAS GENERALES
Dirimir diferencias y llegar a acuerdos colegiados en todas las instancias de la División de CSH, de la unidad y de la UAM, en su conjunto; elaborar criterios claros a partir de la discusión colectiva e incluyente; trabajar con base en los lineamientos establecidos por la UAM: honestidad, transparencia y equidad.
DOCENCIA
En los últimos años, en la División de CSH ha prevalecido el trabajo individual afectando la vida colectiva, fundamental para el intercambio y la reflexión de ideas, así como para el desarrollo académico y administrativo. Actualmente existe una planta docente con un alto grado profesional, el 85% cuenta con estudios de posgrado, el 69% con doctorado de los cuales el 49% pertenecen al SNII; académicos y académicas pertenecientes a los 11 programas de licenciatura y cinco de posgrado.
“Es necesario incorporar e impulsar la participación del profesorado para que en pleno ejercicio de nuestra libertad e intereses de investigación y vocación, diseñemos los planes de trabajo que cumplan lo mejor posible con los objetivos de la universidad pública”.
Además de fomentar la participación, el trabajo colectivo y colaborativo es necesario promover la revisión periódica de los Planes y Programas de Estudio (PPE), de los perfiles de egreso respecto de la responsabilidad social y del mercado laboral; dar seguimiento a la trayectoria del alumnado para reducir los largos periodos de conclusión de sus estudios.
Destacó la importancia de impulsar las actividades que contribuyan a que el alumnado desarrolle sus capacidades de comunicación oral y escrita para lograr una formación integral como profesionistas y como personas; así mismo, fortalecer la Coordinación de Lenguas extrajeras (CELEX).
INVESTIGACIÓN
En necesario actualizar las líneas de investigación, impulsar la colaboración disciplinar en cumplimiento del MACCA; apoyar la incorporación de profesores jóvenes; al mismo tiempo, promover un programa que recupere la experiencia y aportaciones del profesorado jubilado.
PROMOCIÓN Y DIFUSIÓN DE LA CULTURA
En cumplimiento con la tercera tarea sustantiva de la UAM, es indispensable participar en el diseño e implementación de programas de difusión cultural; apoyar los eventos académicos organizados por y para el alumnado; impulsar con mayor rigor la producción y distribución de las publicaciones en distintos formatos y digitalizar el acervo existente.
De igual manera, promover y apoyar la salud integral de la comunidad de CSH con la colaboración de la Coordinación de Servicios Integrados para el Bienestar (COSIB) y con la Sección de Actividades Deportivas.
Para el vínculo con el exterior, se realizarán actividades que hagan visibles los resultados de las actividades académicas y de investigación; se fortalecerán los nexos con organizaciones e instituciones mexicanas y extranjeras; se promoverá una oferta de Educación Continua y se impulsará la participación de las y los egresados en las actividades académicas.
SER MUJER EN LA UAM-I
“Soy madre de dos hijos y abuela de dos nietos, académica e investigadora de la UAM”.
En términos profesionales, el techo de cristal es una realidad, las distintas disciplinas han estado masculinizadas, no porque no exista el trabajo de las mujeres, sino porque les ha costado más ser visibilizadas, y la UAM no es la excepción.
Ha pasado mucho tiempo antes de que la División de CSH tuviera la segunda directora; la primera fue la doctora Juana Juárez Romero y, a 50 años de fundada la UAM-I, tiene por primera vez una rectora. “A las mujeres nos cuesta más romper el pacto patriarcal, que no es otra cosa que el reconocimiento del trabajo de las mujeres en la academia, es algo con lo que tenemos una deuda”.
La comunidad de la División está constituida por un número mayor de mujeres; sin embargo, los cargos directivos se van restringiendo para ellas, no en el caso de las coordinaciones que están ocupadas fundamentalmente por mujeres, las cuales realizan su trabajo con mucho profesionalismo y dedicación; pero en la medida que van escalando se ve disminuida su participación.
En el ámbito de la academia y de la investigación también se refleja este fenómeno. “Existe un mayor número de mujeres en los niveles I y II del SNII en comparación con el nivel III, vemos una pirámide con una base amplia de mujeres, pero se va haciendo más angosta conforme llegamos a los cargos más altos”.
Llegar a ocupar puestos directivos y romper con los esquemas patriarcales, que incluso las propias mujeres reproducen, ha sido muy difícil, porque con frecuencia se afirma que: “Cuando una mujer llega a algún cargo es porque existe una relación con un hombre que lo justifica”, visión que demerita su esfuerzo.
“Yo confío que el paso de los años nos permita mostrar que las mujeres pueden y deben estar en cargos de decisión y organización de la universidad”.
Hay un concepto que se ha construido desde las teorías feministas que en el ámbito de la filosofía se le denomina “injusticia epistémica”. Es la falta de visibilidad del trabajo de las mujeres, si se revisa quiénes son los principales filósofos mexicanos, se destaca a los hombres; si se observan las grandes figuras que iniciaron el ámbito académico de los institutos como el de Historia, Filosofía o lo que fue las Casa de Historia en América, resalta la presencia masculina.
En el registro del número de profesores eméritos y distinguidos en la UAM, es notoria la prevalencia de los hombres.
La División de CSH está integrada por más mujeres que hombres, pero existe una desproporción en términos del reconocimiento. La contribución de las académicas en cada una de las disciplinas es mucho más de lo que se cree, por eso es necesario trabajar en ello y documentarlo.
Respecto al alumnado, se requiere de lograr una visión más amplia y fundamentada acerca de los feminismos; es un esfuerzo académico que se impulsará desde la dirección, además de trabajar con las otras divisiones de manera coordinada.
“Reconocer que los feminismos pueden ser una ideología y un elemento de lucha, nos permite reconocer que no hay posiciones únicas y exclusivas. La heterogeneidad estará presente aún en los grupos que se forman para ciertos propósitos. Si se los transmitimos al estudiantado, tendrá mayores elementos para contender con estos cambios y conformar una sociedad más igualitaria donde se respeten los derechos de las mujeres y se combata la violencia de género y cualquier tipo de violencia”.