“Tejer es entrelazar, el tejedor es el corazón que hace renacer en los tejidos la memoria puntada tras puntada”. Los documentales: El hilo de la memoria; Huellas: puntadas y caminares de la memoria, y Telares sonoros, de la directora Mariana Rivera García, conforman la trilogía exhibida como parte de las actividades del 8 de marzo en el Salón Verde de la UAM Iztapalapa.
El primer documental Tejer con el hilo de la memoria: puntadas de dignidad en medio de la guerra trata de la exposición del trabajo colectivo de Tejedoras por la Memoria de Sonsón de Antioquia, Colombia, y su trayecto por la Ciudad de México, Guerrero y Chiapas que por medio del bordado en pañuelos coloridos, manteles y cojines contaron sus historias. Denunciaron injusticias y la violencia que han sufrido.
La exposición fue compartida con grupos de tejedoras mexicanas que de igual forma se expresaron mediante piezas de murales bordados, pañuelos, quita pesares, muñecas y textiles resultado de diversos talleres.
En las piezas se cuentan historias propias, se escriben palabras con los hilos, se hacen personajes con la tela y el bordado, recordando casos de secuestro, Ayotzinapa, Atenco, Tlatlaya, migración. Tejer con el hilo de la memoria reflexiona sobre los vínculos entre la creación, la creatividad, la memoria y la posibilidad de transformar en colectivo, la realidad.
Huellas: puntadas y caminares de la memoria habla de la exposición que lleva el mismo nombre presentada el 29 y 30 de septiembre de 2018, en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo, en la Ciudad de México. Con imágenes de los trabajos de las tejedoras, se escuchan las voces de denuncia de los sucesos, testimonios desde Argentina, desaparecidos, fotografías y consignas bordadas, ¡vivos se los llevaron, vivos los queremos!; de Ecuador, las mujeres amazónicas, guerreras de un colectivo, se recrean en muñecas de tela; de Xochistlahuaca, Guerrero, México, también mujeres de una cooperativa se unen por el amor al arte textil; de esa manera se unen las voces de muchas colectivas de Latinoamérica con palabras de hilo en contra del feminicidio, pero también a favor de la paz y la esperanza con el acompañamiento musical de Leticia Servín.
Telares sonoros es una pieza audiovisual y poética creada a partir de los sonidos que se generan durante el proceso de telar de cintura que llevan a cabo las tejedoras amuzgas de Xochistlahuaca, Guerrero. El violín tradicional de son fue la base sobre la que se construyó la estructura narrativa, mientras lo acompaña un poema en ñomndaa, lengua que pertenece a la familia oto-mangue, de la subfamilia amuzgo-mixtecano, y luego se narra en español: “Quisiera ser algodón para estar entre tus manos, deshilarme entre tus dedos mientras te robo un te quiero”. Un regalo visual y auditivo que nos comparten las tejedoras, el violinista tradicional y, en la edición musical, Josué Vergara, son un fresco respiro.
