4 MESES, 3 SEMANAS, 2 DÍAS: UNA PELÍCULA UNIVERSAL CON EL MISMO VALOR DE VERDAD EN RUMANIA Y EN MÉXICO

Marius Lazurca, embajador de Rumania en México. 
Fotografía: Ricardo Villarroel.  

P O R    M A R I U S   L A Z U R C A,
E M B A J A D O R    D E   R U M A N I A   E N   M É X I C O  

Señoras y Señores.
Queridas estudiantes y queridos estudiantes.

Antes que nada, me alegro de estar aquí y decir unas palabras sobre una de las más conocidas películas rumanas de las últimas décadas: 4 meses, 3 semanas, 2 días, el filme del director y productor rumano Cristian Mungiu.

Muchos de ustedes habrán oído hablar del “nuevo cine rumano” o de la “nueva ola de la cinematografía de Rumania”. Se trata de una serie de películas que, a partir de La muerte del señor Lazarescu, del director Cristi Puiu, galardonada con el gran Premio en Cannes en 2007, confirmaron la existencia de una auténtica escuela de cine rumana, con una temática, una forma de filmar y una visión específicas.

El cine rumano no nació de la nada, sino de una escuela de actuación, de escenografía y dirección, de teatro y cine, muy antigua. En Rumania se hacen películas desde tiempo atrás, desde principios del siglo XX, así lo demuestran nuestros archivos cinematográficos.

La película proyectada hoy es mundialmente conocida. Ganó las Palmas de Oro en Cannes, el premio a la Mejor Película en el Festival del Oso de Oro de Berlín y fue declarada por Hollywood Reporter como una de las 10 películas más vistas del mundo durante la década en que fue realizada.

Muy brevemente y sin querer arruinar el disfrute de esta película, diré que es una cinta sobre un aborto, obtenido ilegalmente por una estudiante embarazada, en Rumania, durante los últimos años del régimen comunista totalitario que terminó con la revolución de 1989.

Es un filme sobre cómo los regímenes políticos autoritarios reducen la vida de los ciu- dadanos a sus necesidades básicas, a la indiferencia y a la brutalidad. Creo que quien mejor demuestra la monstruosidad de una dictadura es el odioso personaje Bebe, llevado magistral- mente a la pantalla por el actor Vlad Ivanov.

4 meses, 3 semanas, 2 días es una película que, a través de la técnica de dirección, el manejo de la cámara y la excelente escenografía, logra reconstruir muy bien la atmósfera opresiva, brutal y gris de la vida en Rumania bajo el comunismo. Una cinta que sugiere la falta de libertades y derechos civiles a través de los espacios estrechos y cerrados en los que a menudo se desarrolla la acción. Una producción en la que la claustrofobia que induce al espectador es una metáfora del carácter opresivo del régimen político de aquella época en mi país.

Y, sin embargo, me atrevo a decir que lo que verán no es una película sobre un periodo histórico específico, de un país específico de Europa del Este bajo un régimen totalitario. Me tomo la libertad de decir que, por el contrario, es una obra sobre el drama de las elecciones morales, nunca simples, nunca sin consecuencias, y por lo tanto, es una película universal, con el mismo valor de verdad en Rumania y en México.

En mi opinión, la idea de una opción moral trágica es sugerida, inclusive por la escena inicial, donde, durante 15 minutos, los dos personajes principales caminan por un laberinto sin fin. Un laberinto de soledad, por así decirlo, en los términos del gran Octavio Paz.

Como dije al inicio de mi intervención, ésta es una película sobre un aborto. Sin embargo, a pesar de lo que se pueda pensar, esta obra cinematográfica es, en cierto modo, en contra del aborto. Según sus propias declaraciones, el director Cristian Mungiu tiene dificultades morales para aceptar el aborto, aunque está claramente en desacuerdo con la ley que prohíbe la interrupción del embarazo. Existe una escena dramática, rodada en el baño, que muestra lo anterior. No les daré más detalles, entenderán en su momento de qué se trata.

En conclusión, la película 4 meses, 3 semanas, 2 días es una obra sobre la libertad responsable. Sobra el hecho de que nuestras elecciones tienen consecuencias y que nuestras opciones a menudo tienen efectos graves, a veces dramáticos.

Si desean, la película de Mungiu afirma que, para ser verdaderamente auténtica, la posición provida debe ser realmente libre, no impuesta por ninguna ley o aparato represivo.

Antes de retirarme, les agradezco a todas y todos por su atención y les deseo que disfruten la película.

Texto leído por el autor
el 2 de marzo de 2024, en la UAM Iztapalapa

POR MARIUS LAZURCA

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