TIENES EL MICRÓFONO apagado

La investigación denominada Interacción Equitativa de Género en Línea (GEiO por sus siglas en inglés) tiene como objetivo comprender la manera en que se manifiestan las dinámicas de poder, con perspectiva de género e interseccionalidad, en las reuniones que se dan a través de plataformas como Zoom, Microsoft Teams o Google Meet.

La doctora Rose Capdevila Solà, profesora de psicología en la Open University del Reino Unido, fue invitada por el posgrado de Psicología Social de la UAM-I para impartir la conferencia: Tienes el micrófono apagado: una exploración de las interacciones de género en las reuniones en línea. Durante su presentación, la académica destacó que una de las metas principales objetivos de GEiO es obtener nuevos datos transnacionales sobre las formas, hasta ahora inexploradas, en que las innovaciones de la videoconferencia digital pueden utilizarse para apoyar o combatir la desigualdad de género en el trabajo.

Explicó que las preguntas de investigación se centran en el papel que desempeña el género en el contexto de las videoconferencias, eso incluye cómo se actúa y se entiende el género en el entorno digital; de qué manera las personas experimentan, entienden y trabajan en este contexto, y lo más importante, cómo utilizan las tecnologías para apoyar las relaciones interseccionales equitativas.

El método de la investigación se divide en tres partes para analizar el fenómeno en los niveles micro, meso y macro, con un enfoque interdisciplinario internacional. En el nivel micro, se están recopilando los datos a través de las grabaciones de reuniones en línea, las cuales se enfocan en los microprocesos de las dinámicas de grupos, concretamente las de género y las de alteridad interseccional. Lo importante es captar los matices de esta interacción en tiempo real. Cada reunión incluye un máximo de diez participantes, con un mínimo de tres mujeres o tres hombres, lo importante es mantener el carácter mixto.

Cada equipo de investigación colabora con una audiencia multinacional asociada con la sede local, de modo que puedan tener un enfoque internacional. La grabación, junto con las transcripciones de texto, se trabajará mediante el análisis de las conversaciones, prestando especial atención en la interacción no verbal y los recursos discursivos utilizados.

Para el análisis del nivel meso del proyecto, se explorarán las concepciones compartidas; es decir, los comportamientos de trabajo considerados socialmente aceptables en las reuniones. Se formarán grupos de 40 a 50 participantes por país, en función de diversas variables (frecuencia de las reuniones, ubicación demográfica, campo profesional, entre otros). Estas variables se ponderarán de acuerdo con un análisis sistémico y discursivo para identificar concepciones compartidas. Lo más importante de este método es que no sólo identificará las interpretaciones dominantes, sino también aquellas que son marginales.

Fotografía: Mateo Mateovrb, en Unsplash

En la etapa macro, que no es más que la finalización de la investigación, se examinarán las percepciones y los significados sociales a través de la escritura anónima. “Los participantes podrán exponer sus inquietudes y sus opiniones en un entorno que no es amenazador, especialmente cuando están hablando de temas de desigualdad”, afirmó la también politóloga. En esta fase del estudio se producen y reflejan valores significados y representaciones socialmente dominantes y potencialmente alternativos.

Señaló que GEiO es un proyecto en consorcio, donde colaboran socios académicos, empresarios y gobiernos de Islandia, España y Alemania. Por lo tanto, los resultados de las tres etapas del proyecto brindarán un análisis global de las interacciones y experiencias de género, lo que permitirá al equipo de investigadores identificar cómo utilizar estas tecnologías para facilitar y apoyar las relaciones equitativas e interseccionales. “La presentación de los resultados y la elaboración de los informes proporcionarán una base sólida para el intercambio de conocimientos con las empresas asociadas”, subrayó.

Antes del proyecto GEiO, en la Open University se realizaron diversos estudios sobre género y familia en espacios digitales y redes sociales. También se llevaron a cabo estudios relacionados con la forma en que las mujeres jóvenes y las niñas se percibían como narcisistas y superficiales, a partir de las selfies que compartían en redes sociales.

Se implementaron iniciativas en la BBC, consistentes en programas diseñados para hablar con las madres sobre las imágenes que compartían en Facebook. Después de la pandemia se abordó con ellas el uso de internet para validar sus experiencias en relación con las dificultades que enfrentaron al atender a los hijos y trabajar desde casa.

Fotografía: Frederick Tendong, en Unsplash

Se llevó a cabo otro estudio sobre el Día de las Madres en Instagram y Twitter en los años 2018, 2019 y 2020. Se observó de qué manera se estaban construyendo, desde una perspectiva de género, las relaciones de trabajo, el papel de la madre y las relaciones emotivas y prácticas en el hogar. Después de interactuar con niñas, jóvenes y madres, la tercera parte de este programa de investigación consistió en el trabajo con las familias, su relación con las redes sociales y la forma de comunicarse entre ellos.

Durante el confinamiento ocasionado por la pandemia, el auge de la videoconferencia en el entorno laboral suscitó una creciente preocupación pública respecto a la discriminación de género. En este contexto, GEiO nace como respuesta a la aparición de formas digitales de desigualdad de género en el lugar de trabajo.

POR ROSA IDALIA DÍAZ CASTRO

Es socióloga por la UAM, unidad Iztapalapa. Su formación en el área de la comunicación ha sido a través de diplomados, talleres y seminarios en los campos de la política, la divulgación de la ciencia y el periodismo de investigación. Realizó trabajo comunitario en la zona centro sur de México. Dio talleres sobre los derechos de las niñas y los niños como integrante de una Asociación Civil. Ha impartido clases en el nivel medio superior, y trabajó como Promotora Cultural en la UAM-I. Reportera en el boletín Cemanáhuac desde hace seis años.

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