Poner en comunicación a la flora
y a la fauna, para que las plantas
cumplan su proceso de reproducción.
El jardín para polinizadores es una iniciativa que estudiantes de licenciatura y posgrado de las divisiones de Ciencias Biológicas y de la Salud, y Ciencias Sociales y Humanidades crearon a un costado del edificio R, con el objetivo de implementar en las áreas verdes de la UAM Iztapalapa la reforestación y así contribuir a la conservación de la biodiversidad y resiliencia de los ecosistemas.
Este tipo de jardines se están impulsado en diversos espacios urbanos, y la UAM-I, como institución que impulsa la sustentabilidad, no podía ser la excepción. La oportunidad de trabajar en la formación del jardín para polinizadores se presentó a partir de tres eventos: el primero fue la huelga de 2019, que permitió el crecimiento de herbáceas, generalmente conocidas como mala hierba porque no se aprecia su ciclo de vida, la belleza de sus flores y la importancia que tienen para las especies polinizadoras, no sólo abejas, sino también aves; el segundo fue el paro estudiantil, tiempo en que la vegetación silvestre se desarrolló considerablemente, y hasta el momento se está cuidando; y el tercero, el “Taller Jardín para Polinizadores” que impartió el área de Biología, y que fue abierto a toda la comunidad universitaria, explicó la doctora Cecilia Leonor Jiménez Sierra, investigadora del área de Ecología.
Lo importante es dejar crecer la vegetación de manera natural y apoyar un poco con riego durante el invierno; aunque muchas de estas plantas van a morir porque es su ciclo de vida, las semillas se quedan y a inicio del verano siguiente volverán a crecer en el jardín para polinizadores. En el área sólo se encontraban dos especies de herbáceas por lo que se trasplantaron otras seis que, aunque son de vida corta, la idea es que dejen semillas para que el próximo año vuelvan a germinar y se empate la etapa de floración con el ciclo de vida de los polinizadores. Las plantas que se utilizaron son nativas de la zona y se trajeron algunas semillas originarias de Santa Cruz Xochitepec de la alcaldía Xochimilco.
Antes de establecer el jardín se realizaron censos: “Se marcaban las flores, y lo que hacíamos era observar cuántos visitantes tenían y el número de visitas, al segundo día se marcaban otras tres flores y al tercer día se hacía lo mismo, debido a que la especie que crece en esta área —Bidens serrulata— no tiene mucho tiempo de vida, aproximadamente dura dos días”, destacó Cynthia Hernández Álvarez, estudiante de la licenciatura en Biología.
Por otra parte, Ángeles González Adán, alumna de doctorado, señaló que en el proyecto de creación y cuidado del jardín están participando también estudiantes de Geografía Humana, Lingüística y Antropología. Así mismo, apuntó que el proyecto que inició desde el mes de junio del presente, marcando senderos y respetando la naturaleza nativa, tiene el objetivo de replicarse en otras áreas verdes de la UAM-I, haciéndolo atractivo para el ojo humano con especies como las Crassulas que tienen formas y colores muy seductores para los polinizadores.
Producto del trabajo constante, el jardín se estará inaugurando aproximadamente en marzo de 2024; el proyecto está a cargo de las doctoras Alejandra Quintanar Isaías y Cecilia Leonor Jiménez Sierra, con el apoyo de la jefa del Departamento de Biología, Claudia Barbosa Martínez.
Este jardín sirve también de referente para el desarrollo de diversas investigaciones. Actualmente se estudia: el comportamiento de las abejas que visitan las flores; el tiempo de vida de las flores; el tiempo que las abejas permanecen en las flores y su actividad; y qué otras especies, además de las abejas, se están acercando al jardín. Al principio sólo llegaban abejas y abejorros, actualmente recibe una gran cantidad de aves y mariposas.