Publicaciones

PAINANI

Objetivo general

Compartir el conocimiento de la ciencia y las humanidades y nuestro quehacer universitario a un público no especializado, a fin de promover una cultura científica, así como, un vínculo estrecho entre la UAM Iztapalapa y las poblaciones más cercanas de la demarcación, permitiendo una comunicación bidireccional, para que grupos sociales, también pudieran compartir a la comunidad universitaria aspectos de su vida y su cultura, para contribuir al sentido de pertenencia en ambos sentidos y a la sensibilización de las problemáticas de los sectores involucrados. Painani cuenta con ilustraciones llamativas y divertidas; textos sencillos y cortos en el lenguaje de la divulgación. Esta publicación ya no se edita más, pero se pueden consultar aun los números que se publicaron.

Descripción técnica

Título: Painani. El mensajero de la ciencia y las humanidades

Periodicidad: cuatrimestral

Impresiones: 3000 (tres mil) ejemplares por número

Lugar de impresión: Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad Iztapalapa

Número de páginas: 20 más forros a color

Números publicados

Año 4, núm. 14, octubre 2017-enero2018

Sorteando una gran cantidad de obstáculos que lucían insuperables, concluimos este 2017 con la edición número 14 de nuestra revista PAINANI. En esta oportunidad abordamos de nuevo el reto permanente de acercar la ciencia a los grandes públicos. Poco a poco hemos ganado terreno en este aspecto y se han sumado aliados influyentes. Si bien no estamos solos en esta tarea, las instituciones y las personas involucradas no somos todavía suficientes para lograr colocar la acti vidad cientí fi ca como uno de los motores principales para transformar y mejorar la calidad de vida de las personas.
En este número damos cuenta de la experiencia de participar en la XXIV Semana Nacional de Ciencia y Tecnología, organizada por el CONACyT en la ciudad de San Luis Potosí. Con el tema central del agua, instituciones académicas y grupos interesados, montaron exposiciones para dar testimonio de cómo la ciencia puede resolver el gravísimo asunto de la disponibilidad del agua en las ciudades y en el campo. Enorme satisfacción causa enterarse de los avances tecnológicos que se han alcanzado con diferentes abordajes orientados a la utilización, tratamiento y reutilización del agua. Queda claro que desde la ciencia hay respuestas y soluciones a los graves problemas que enfrentamos como humanidad y, en particular a los que enfrentamos en México.

*Fragmento de la editorial de éste número

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Año 3, núm.13, junio-septiembre 2017

Hace 33 años ingresé como profesor a la UAM en Iztapalapa, aún muy joven pues apenas contaba con 24 otoños en mi cuenta regresiva de vida. No imaginaba que me iba a convertir en habitante de la delegación más grande de la nueva Ciudad de México. En mi costal de vivencias guardo celosamente recuerdos inolvidables, gratos y no gratos. Una mañana dominguera, vagando por el mercado que se encuentra casi a un costado de las oficinas de la delegación, aparecieron en mi mente varias preguntas que vinieron de observar la vendimia callejera: ¿de dónde viene toda esta gente?, ¿estos viejos tendrán algo que contar?, ¿quién inicio las pachangas religiosas que año con año se llevan a cabo en distintos barrios de la delegación?, ¿qué son las mayordomías?, en fin. Por fortuna, hoy tuve la buena suerte de leer en este número de nuestra querida revista Painani el relato que hace Elizabeth Hernández en su artículo Iztapalapa: en busca del pueblo perdido. Allí encontré respuesta a muchas de mis interrogantes a través de una espléndida escritura de la autora.

Mario Pineda Ruelas

*Fragmento de la editorial de éste número

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Año 3, núm. 12, febrero-mayo 2017

“Hace algunos años tuve la oportunidad de platicar sobre dibujo con Gilberto Aceves Navarro, artista entrañable y maestro de varias generaciones de brillantes pintores. Para él, el ejercicio del dibujo es la formación indispensable de cualquier artista plástico, es una disciplina, el camino que conduce al conocimiento profundo del lenguaje del arte. El dibujo abarca infinitas posibilidades y está presente desde los primeros momentos de la historia de los seres humanos. En el dibujo hay respuestas sorprendentes de lo que ha sido y es la naturaleza humana; la integración de curiosidad e imaginación, emotividad y razonamiento, expresión y misterio.

Reflexionar sobre el dibujo es una tarea interminable, así como adentrarse en cada una de sus facetas. En esta ocasión, Painani se ocupa de acercarse al dibujo científico, a la ilustración científica. Se trata de un dibujo que ti ene objetivos muy precisos al servicio de la ciencia. La anatomía, biología, astronomía, historia, antropología y prácticamente todas las áreas del conocimiento, han acudido una y otra vez a este recurso insustituible para mostrar, describir, explicar y difundir los detalles inaccesibles de otra manera a nuestro entendimiento. Artistas y científicos se han ocupado de ilustrar bestiarios, diarios de viaje, enciclopedias, investigaciones y toda clase de publicaciones científicas y de divulgación, desde el Renacimiento hasta el siglo XXI; Alberto Durero, Leonardo da Vinci, Goethe, Charles Darwin, Alexander von Humboldt, son solamente algunos de ellos.”

Milagros Huerta

*Fragmento de la editorial de éste número

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Año 3, núm.11, octubre 2016-enero 2017

“En la historia de nuestro país, presidentes y otros personajes de la política, han puesto la suerte de esta nación en manos de espiritistas, adivinos o “brujos”. Ciudadanos comunes y corrientes hacen lo mismo con su vida: algunos consultan de manera cotidiana el horóscopo para conocer el futuro; otros, en su afán de solucionar sus problemas de salud de forma fácil y rápida, adquieren todo tipo de productos que se anuncian de manera fraudulenta en las redes sociales o en los medios de comunicación.

El creer en ideas sin fundamento, es un comportamiento que predomina en una buena parte de la población. El pensamiento mágico sigue rigiendo la vida de muchos mexicanos, incluyendo la de aquellos que tienen el poder de tomar decisiones para mejorar las condiciones sociales, económicas, culturales, ecológicas o relacionadas con nuestra salud”.

Lilia Anaya

*Fragmento de la editorial de éste número

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Año 2, núm. 10, junio-septiembre 2016

“Durante el siglo XX, el diagnóstico de cáncer era equivalente a una sentencia de muerte inevitable. Hacia finales del mismo siglo y en las primeras décadas del XXI, el panorama ha cambiado drásticamente gracias a la gran cantidad de investigaciones que nos permiten conocer mucho mejor el fenómeno, al surgimiento de nuevas herramientas para el diagnóstico temprano y a la generación de poderosos agentes terapéuticos. Los tres elementos le han dado un giro definitivo a este flagelo que, aunque sigue siendo un asunto de gravedad, ya no es tan letal como en décadas anteriores.

Por otro lado, el avance en el conocimiento de los aspectos nutricionales y su impacto en el accionar de los mamíferos, en especial del ser humano, nos ubica también en escenarios novedosos. Hoy existe una larga lista de alimentos que previenen diferentes formas de cáncer. De la misma manera, hay una lista de ellos, afortunadamente menor, de alimentos que se ha asociado a la aparición de ciertos tipos de la enfermedad. En este número, contamos con las reflexiones de dos académicos de la UAM Iztapalapa, que nos ilustran acerca de un componente de la dieta que recientemente se ha colocado en el centro de la controversia. Se trata de la carne, en particular de la procesada, que la OMS ha incluido como factor de riesgo para cáncer de colon.”

Octavio Nateras

*Fragmento de la editorial de éste número

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Año 2, núm. 8 y 9, octubre 2015-mayo 2016

“Rembrandt no estudió Física, pero conoció tan bien la luz, que para pintar sus retratos al óleo utilizó la técnica del triángulo, que hoy los fotógrafos copian al pie de la letra para conseguir imágenes artísticas. Quizá Beethoven no sabía que la luz viaja por el espacio al máximo de velocidad permitida, sin embargo, cuando uno escucha su sonata Claro de luna, siente los rayos lunares posarse sobre la Tierra. Pablo Neruda le escribió un poema al Sol que nos hace pensar que la luz del astro rey llega hasta nosotros en forma de ondas.

Los hombres de ciencia se han encargado de estudiar la naturaleza de la luz; los hombres de arte, de plasmar sus cualidades estéticas. Gracias a los científicos conocemos que la luz es un fenómeno físico que viaja a 300 mil kilómetros por segundo y podemos disfrutar de sus beneficios en la medicina y la tecnología. Por medio de escritores, pintores, músicos, cineastas y fotógrafos sabemos que la luz también es belleza.

Estas dos miradas han sido importantes para la humanidad. Ambas son complementarias. “

Javier Velázquez

*Fragmento de la editorial de éste número

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Año 2, núm. 7, junio-septiembre 2015

“La séptima edición del “mensajero de la ciencia y las humanidades” nos abre algunas puertas de la UAM Iztapalapa y de su entorno, que quizá pocas personas de nuestra comunidad hayan traspasado antes: el valioso trabajo que desde hace ya muchos años (1989) han emprendido profesores y alumnos de Psicología Social en San Miguel Teotongo, en un proyecto de salud pública, concretamente sobre la diabetes; nos enteramos de que existen unos habitantes poco usuales en Casa de las Bombas, así como de la tradición de la tienda de don Lauro Flores, en el mercado La Purísima. También en esta entrega de Feria de las Ciencias, nos acercamos a dos profesores extraordinarios, y no solo desde el punto de vista académico, sino como seres humanos: Tessy López y Juan Castaingts, además conoceremos la historia de la telefonía celular y las funciones de las algas.”

Milagros Huerta

*Fragmento de la editorial de éste número

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Año 1, núm. 6, febrero-mayo 2015

“Los niños son curiosos por naturaleza. Quieren saber qué hay detrás de la pantalla de un televisor, buscan la voz dentro de los radios, les gusta desarmar juguetes y hacen las preguntas más ingeniosas: ¿por qué el Sol es amarillo?, ¿cuánto pesa la Luna?, ¿por qué la lluvia cae hacia abajo?, ¿por qué la gente duerme con los ojos cerrados?

La mayoría de las veces estas preguntas se quedan sin respuesta. Ni los padres ni los maestros sacian la curiosidad científica de los niños. Con el paso del tiempo ellos pierden el asombro y el entusiasmo de saber cómo funciona el mundo.

La solución nos la dan los mismos niños todos los días: hay que regresar a nuestra infancia, asombrémonos con cada cosa que ocurre a nuestro alrededor, hagamos preguntas que parecen tontas, juguemos a descubrir el mundo. ¿Qué más da? Tenemos esa deuda con la infancia. Y recordemos siempre una cosa: los grandes hombres de ciencia nunca pierden al niño curioso que llevan dentro.”

Jorge Figueroa

*Fragmento de la editorial de éste número

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Año 1, núm. 5, octubre 2014-enero 2015

“La UAM, a 40 años de su creación, ha logrado posicionarse a nivel nacional con mucho éxito, a tal grado que en la actualidad es la segunda mejor universidad del país. Sin embargo, es importante reconocer que así como grandes han sido sus logros, lo son también sus retos y desafíos.

Una de las mayores fortalezas de la Unidad Iztapalapa está en la amplitud y calidad de los posgrados que ofrece. No obstante, requerimos trabajar en su articulación mediante la consolidación de los sistemas de posgrado unitario. Todo ello, en el afán de optimizar los recursos de que disponen los diferentes programas ante la insuficiente infraestructura con que cuentan, por lo cual deberá crearse la instancia unitaria que dé el apoyo institucional requerido ante los procesos de evaluación de los Posgrados por parte de CONACYT.

Celebremos los cuarenta años de la fundación de nuestra Casa Abierta al Tiempo con la conciencia de lo que somos como institución pública de educación superior y de las altas responsabilidades que tenemos con nuestra sociedad.”

Octavio Nateras

*Fragmento de la editorial de éste número

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Año 1, núm. 4, junio-septiembre 2014

“¿Cómo convencer a los escépticos de la ciencia y a quienes viven ajenos a estos temas, que ésta puede mejorar nuestra vida cotidiana y que es importante conocerla? A pesar de que todos los días el hombre hace uso de los beneficios del quehacer científico, parece que pocas veces toma conciencia de ello y en contadas ocasiones este concepto se utiliza en la toma de decisiones de la vida diaria –al menos en nuestro país–. Si no, ¿por qué tienen tanto éxito los programas de radio o televisión en los que se “recetan”, para resolver nuestros problemas, rituales de todo tipo, cuyo método –si lo tiene– o aparente mecanismo de acción, carece de cualquier lógica.

En junio, Painani cumple su primer año de ser el mensajero de la ciencia y las humanidades. A la vez, la UAM Iztapalapa, en septiembre de 2014, celebra 40 años, en los que ha generado conocimiento y ha formado un nutrido grupo de investigadores, que ha contribuido a construir un México mejor. Así que, juntos celebraremos la ciencia y su divulgación, y continuaremos aportando nuestro granito de arena para que el conocimiento haga parte de la vida cotidiana de los mexicanos y les permita tomar mejores decisiones.”

Lilia Anaya

*Fragmento de la editorial de éste número

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Año 0, núm. 3, febrero-mayo 2014

“El conocimiento es un verdadero placer. El arte y la ciencia son los dos caminos privilegiados para desarrollarlo y disfrutarlo. El arte y la ciencia son los quehaceres más exquisitos de la humanidad.

Ambos son productos cien por ciento humanos, y el acervo maravilloso con el que contamos se hace cada día más rico y más accesible para la mayoría de las personas gracias a la tecnología.

No todos somos científicos o artistas, estrictamente hablando, pero somos espectadores de las ciencias y las artes, y como espectadores, también satisfacemos la misma imperiosa e irracional necesidad de entender, y sentirnos parte de la vida y el misterio del universo.”

Milagros Huerta

*Fragmento de la editorial de éste número

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Año 0, núm. 2, octubre 2013-enero 2014

“Hay dos preguntas que el hombre se ha hecho desde que existe: ¿para qué vivimos? y ¿para qué morimos? La ciencia ha despejado algunas dudas en este sentido, incluso ha respondido parte de los porqués y cómo es que estos fenómenos ocurren. Aun así, ninguna explicación, por más científica que sea, nos ayuda a entender del todo por qué alguien que amamos se va. Es más, para quienes creen en las leyes de la ciencia y rechazan aquellas que parecen basarse en la magia, la vida es extremadamente hermosa como para ser una simple casualidad de eventos, que da origen a diversas formas que nacen, crecen, se reproducen y mueren.

No obstante las diversas dudas que nos aquejen sobre nuestra existencia como especie, la ciencia frecuentemente será un consuelo, y el conocimiento mejorará las condiciones en la vida de quien se acerque a él. Conocer cómo funciona el organismo y nuestra mente, así como la relación tan estrecha que existe entre el cuerpo y el medio ambiente natural y social que nos rodea, nos ayudará a entender qué está pasando con nosotros y con los demás, incluso nos servirá para buscar soluciones en casos en los que se puede actuar. Todo ser vivo es afectado por su entorno, nosotros no somos la excepción. Algunas enfermedades y trastornos psicológicos se desarrollan si las condiciones del ambiente son favorables para ello.”

Lilia Anaya

*Fragmento de la editorial de éste número

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Año 0, núm. 1, junio-septiembre 2013

“Con enorme beneplácito damos la bienvenida a esta nueva publicación de la Unidad Iztapalapa, cuyo objetivo primordial será divulgar el trabajo de nuestros científicos y ponerlo al alcance del público no especializado, para así acercarlo al fascinante mundo del conocimiento y la ciencia.

Contamos con una talentosa y generosa comunidad académica, dispuesta a llevar sus saberes y experiencias a quienes lo soliciten y requieran, dentro y fuera de la universidad. Las puertas de nuestra alma mater están abiertas para que nos visiten quienes lo deseen y conozcan los temas y proyectos que la universidad aborda y desarrolla.

Con esta publicación, refrendamos nuestra convicción de que la universidad puede y debe acercarse a un amplio público, que sin ser universitario, esta ávido de conocimiento y cultura, de obtener herramientas intelectuales y prácticas para mejorar su vida. Si lo logramos, nuestra universidad cumplirá con uno de sus más preciados objetivos. Painani que en náhuatl significa mensajero, será un instrumento para fortalecer los vínculos con esa sociedad que tanto espera de nosotros. Felicidades y el mayor de los éxitos.”

Javier Velázquez

*Fragmento de la editorial de éste número

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